Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

jueves, 12 de abril de 2012

Hogares... y hogares.


No voy a tomar Actimel; está por las nubes. Si cada uno adopta como suyo un brazo del pulpo, es más que suficiente. 

No hace falta que todo esté a punto de visita. Eso no es un hogar; es un expositor. Un orden en el que se percibe la vida y el trasiego... también el olor a macarrones, verdura, plancha ¡¡¡o pizza casera!!! Súper familia ... dueños/amos de casa. Aunque las camas no estén perfectas y los libros acaben el día abiertos encima de la mesa del comedor. 

De todas formas, un agradecimiento a la publicidad de Actimel que rescata del anonimato a muchas amas de casa, mujeres trabajadoras sin horario fijo; puntales del hogar aunque suene retrógrado. Y un reconocimiento por ese reconocimiento de los hijos. ¿Quién dice que no se enteran?