Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

miércoles, 11 de abril de 2012

El día después.


Qué manida la frase. No tengo otra que lo clave. Es esta particular resaca que se va presentando a cachos hasta que no queda ni la repapilla. Una hora y media con la doctora... Le pedí que fuera valiente. Habla de una vez ; sácalo todo. Como quien se dirige al matadero. Arrastrando los pies y mirando al suelo. ¡Bravo campeón! Un parto psicológico el tuyo.Yo... la comadrona. Sin un solo informe que avalara esta locura cuerda a pesar de la insistencia de los "enterados", de los que engordan sus dolencias para sacar provecho de las arcas públicas. Los años me han corroborado que la verdad sin trampa ni cartón, sin maquillaje, sin hidratación para disimular las arrugas ... libera. Los profesionales de la salud hilan fino y detectan a miles de quilómetros la diferencia entre el libro abierto con buena letra de los tachones y remiendos.

Dos años más de apoyo por parte de las instituciones para paliar una situación precaria. Cuando soplemos las velas del que hoy cumple 22, pediré un deseo... No tiene gracia si se cuenta en voz alta. Toc... Toc... Y tal vez algún día se abra la puerta de la sanación. Mientras... una piel que detecte la injusticia, la falta de amor, la indiferencia.