Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

jueves, 19 de julio de 2012

... o no dormir.


Esta es la cuestión. Qué poco dura lo bueno... Naaaada. Palillos en los párpados y batiendo mi propio  récord.  Me mandan unas pastillitas para que las neuronas no funcionen por la noche con la misma velocidad que en la vigilia. No sé ni para qué estoy escribiendo este párrafo. Supongo que es mejor que enfadarme. Para algunos,  desembuchar en un espacio en blanco supone una buena katarsis. El asunto parece una nimiedad; no obstante diría que cuando catas la agilidad diurna que provoca el descanso nocturno es lo más parecido a que te muestren un caramelo, te dejen lamerlo y lo tiren a la basura. 


¡Pastillicas! Las mando a tomar... Fantástico el anuncio de Fanta. Lo mejor, lo que no se dice y/o se substituye.