Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

jueves, 12 de julio de 2012

Indignaciones individualizadas (II)


- Más cosas... Seguro que hay más... 

-La pretendida y asumida superioridad moral, esa altivez del que cree que debe "adoctrinarte". Porque sí. Porque, como dice una  buena amiga, está sentado ya -en esta vida, en carne mortal-  a la derecha de Dios Padre. Personas de juicio rápido y atolondrado, que creen que una sola mirada y de reojo basta para haber buceado por el océano del alma del que está enfrente. A veces no vale la pena pararse un instante en escuchar sus veredictos, por poco atinados. Pero a veces, algunas veces... la punta de la lengua es afilada y hacen daño. ¿Quién se cree un quién autorizado para señalar quién eres, en quién debes confiar, a quién debes seguir? 

A menudo me paro a observar ... Me fijo en los mal vistos, poco reconocidos, "estúpidos del mundo" (según el mundo) que saben mejor que nadie qué vale un peine. Sus respuestas ante las grandes incógnitas son sencillas, el resultado de haberse codeado con los mil avatares de la vida. No se atreverían a sentarse ni siquiera a la derecha de un pordiosero. Tampoco saben que son tan afortunados como el filósofo y solo sé que no sé nada no es una sentencia aprendida en el aula.