Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

jueves, 21 de junio de 2012

Vuelta atrás.


Me acostumbré al aire acondicionado. Y cada año ... yo tan ricamente y mi familia enfriada, con chaquetilla de lana. Todavía no he abierto el pico ni se ha mentado el tema. El calor empezó a dejarse notar hace poco; ahora ya acabo empapada con el quehacer mínimo y obligado. De momento estudio un sistema para crear corriente de aire, pero la puerta de la cocina no aguanta abierta... Ningún problema. La he suprimido; esa ventana es el punto estratégico donde se genera la tal corriente. Los ojos como platos cuando los habitantes han observado que no hay obstáculos para entrar. Pasar del todo-cerrado al todo-abierto. De acuerdo. Es más saludable. Y me empujará a abandonar el eterno refugio de las paredes del hogar. Y casi me obligará a fundirme con el agua del mar. He decidido "aguantar". Y esta vez en serio.