Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

domingo, 17 de junio de 2012

Días previos...


Otro domingo... pero distinto. La Santa Misa en la parroquia, donde de costumbre, aunque intentando no acostumbrarme. Esa diáspora familiar típica de los días previos a los finales. Y no se han hecho la cama. Y el chavalote ni ha ventilado el dormitorio. Tampoco la pequeña de la maleta grande. ¿Me enfado? ¿Muchísimo? Me da que van a ser palabras que se las lleva el viento. Aunque sea antes de acostarse, cuando tengan la sensación de que las horas han sido de 60 minutos aprovechados... Hasta entonces hay tiempo. No me enfado. Hablaremos... Mejor así. 

Hace días que pienso en el punto medio. Supongo que la responsabilidad llega cuando algo lo haces tuyo. Y cargas con las consecuencias de tus actos. No se muere nadie por no hacer una cama. Des-dramatizar. Des-cuadricular. Es importante  que cada uno sea consciente de que un hogar, el calor y la armonía de un hogar... es cosa de todos. No sirve el ordeno y mando. Ei... Tampoco se trata de buenismo, permisivismo  o cualquiera de los "ismos" de los que tanto saben los teóricos de la educación... en teoría. Lo único que tengo claro es que quisiera desterrar el dicho "el ojo del amo engorda al caballo". ¿Y cuando el amo desaparece? ¿Qué sucede cuando la figura del padre o de la madre no supervisa durante unos días? Asumir los deberes (que los derechos se los saben de carrerilla) es cuestión de paciencia ... de conceder el tiempo necesario para que se asimilen, se digieran... e ir por delante. "Las palabras son enanos; los ejemplos son gigantes", reza un proverbio árabe. Listos esos árabes que nos traen de cabeza.