Quizá porque el verbo, el que nos mueve o nos detiene... a menudo no corre de nuestra cuenta.

viernes, 27 de abril de 2012

Eterno perfume de brea...





Nací en el mar, perfumadita de brea... Te encontré en el asfalto. Debía ser así. Porque tú mirabas siempre el recorrido de tus pies y yo el reflejo del agua en un cielo donde no había agua. Abajo y arriba. 




Debimos de tropezar y nos caímos al suelo. 

Recogiste los libros y los apuntes que se los llevaba el viento. En cuclillas ... alzaste la mirada y yo bajé la mía. El asfalto y el mar no están tan lejos. Yo te lo enseñé cuando te mostré mi tierra. 

El tiempo, como si fuera un presagio, ha apretado el espacio. De la casa al asfalto, del asfalto a la arena, de la arena a nuestro trozo de mar. Hemos dejado de contar las horas a golpe de campanario y son las olas nocturnas,  más bravas, las que marcan el sueño de nuestras veladas de adultos. Aunque te conocí en el asfalto, fueron los largos recorridos de cuatro pies descalzos el marco del enamoramiento hasta el  te quiero... en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza... todos los días de mi vida. Desde hace años, salpicada de salitre y tenues brisas mediterráneas.


jueves, 26 de abril de 2012

Esperanza y esperanzas.







"No te esfuerces tanto; las mejores cosas suceden cuando menos las esperas". (Gabriel García Márquez)



Vivir con Esperanza. Saber esperar. No centrar la existencia en esperanzas que no sacian y, una vez engullidas, vuelta a la espera.

miércoles, 25 de abril de 2012

El tobogán.


Fotografía: Juan Castro.
Medicación. 
Esfuerzo económico en homeopatía. 
Mucho mejor que otros años. Muchísimo mejor. 
Me agarro a esta mejoría esperanzadora. 
Pero cuando  desaparece la serotonina tropiezo con el tobogán de siempre, subo inevitablemente esas escaleras y me deslizo bruscamente. 
Inevitablemente me ensucio con el polvo que levantan los pies al aterrizar en el suelo. Hoy ha sido un mal día. 
Inevitablemente mi marido y mis hijos lo detectan a pesar de los esfuerzos por intentar ser opaca. 
Inevitablemente sufren. 
Hoy no me avisan de que es ya hora de cenar. Agradezco la delicadeza que me regalan. Agradezco a pesar de alguna lágrima que me traiciona... tener a esta gente que resulta que es MI gente; los míos.

Señor mío y Dios mío... Mi compañía en las bajadas ... algunas de vértigo.



  

martes, 24 de abril de 2012

También me caí del mundo...


y no es que no sepa cómo se entra, apreciado Eduardo; es que hay demasiados que aprietan para que no se abra la puerta. Y tengo la sensación de que no somos muchos los que estamos empujando para que se nos reconozca como ciudadanos de hecho y de derecho. 
(Eduardo Galeano)

Achicar agua.




"(...) la memoria no es reproductora, sino reconstructiva. Lo que recordamos es a menudo una mezcla borrosa de detalles precisos y de todo aquello que encaja en nuestras creencias, necesidades y emociones" (Seera Clifasefi, psicóloga de la Universidad de Washington (EEUU)."



Un candil en una noche cerrada. Si es cierto, hay posibilidades de sanar una memoria que hiere cuando arranca el complicado engranaje del recuerdo. Todo lo que está escrito se puede borrar aunque quede la hendidura del lápiz de punta afilada. Las resonancias no. Son notas en rojo a pie de página o aclaraciones con letra pequeña de color azul que no respetan la sangría. Existieron los hechos, solo los hechos. Y los hechos pueden enterrarse y rezar un responso. Lo que nos envolvió en papel de lija sucedió más tarde con el cuerpo de lo vivido todavía caliente; efectos colaterales se los denomina a veces. 

Si el eco de la vida pasada no sirve para superar obstáculos, para sumar bondad, solidaridad... una parte de las "creencias, necesidades y emociones" se ha salido del cauce del río. Y no desemboca en el mar purificador. 

Todavía debo achicar agua. Debo... y quiero.



sábado, 21 de abril de 2012

Como un paraguas.



Unos días apretados que apenas me ha dado tiempo de abrir la tapa del portátil. 


Ha muerto la madre de un amigo; hijo único. Cuando alguien se queda huérfano no importa la edad. Sin padre, sin madre, sin hermanos... A mis 51 son cada vez más frecuentes las visitas al tanatorio para dar el pésame y rezar un responso... asistir a la Misa-funeral... Esta vez la muerte se ha agarrado más a mi corazón. Tu madre, amigo, ha podido ser la mía... 


Tengo padres todavía. Y hay épocas en las que la urgencia ¿o el atolondramiento? se sitúan en primer lugar. Paso días ... incluso semanas... sin ir a visitarlos. ¡Qué solos están! Mi madre ... mamá guapa... Su vida es la del papá y la nuestra; después la de sus nueras y su yerno... y sus nietos. Es difícil describir la entrega sin reservas de mi madre. Hija de una familia muy numerosa, ha construido el hogar cálido, sin ostentación pero acogedor... que mi padre nunca tuvo. Mi padre, eterno "cascarrabias" autodidacta, huérfano de padre a los tres años... Trabajador infatigable. Qué mayor estás, papá...


He llorado mucho y llevo tres días visitándolos con cualquier excusa. Pero mi madre, que lee donde no hay letras, sabe que pasa algo... Aunque nos queremos que no hay palabras para definirlo, nuestra sintonía es relativamente reciente. Creo que desde que aceptamos que somos muy distintas a pesar de que el fundamento de nuestras vidas es el mismo; desde que nos respetamos ... Indudablemente nos queremos más. Anteayer hablamos largo en la cocina. Con voz quebrada, como si pensara en voz alta... con ternura... me hizo partícipe de una inquietud. ¿Quién acogerá a tu hermano ...? ¿Seguirá viniendo cuando el papá y yo ya no estemos?... Mamá, querida mamá. Con lo que ha sufrido porque no nos hemos podido permitir ni una comida fuera de casa... por estar pagando la casa. Una casa viejecita pero grande, con un poco de jardín... para ACOGER. Hemos sonreído. Me ha costado que entendiera que preferimos renunciar a muchas cosas superfluas pero tener espacio suficiente para la piña familiar. Que los hijos no necesiten huir porque una patología los asfixie. Mamá... Ya no nos queda cintura y son obvias las marcas del cinturón. Esa ha sido la mejor escuela para nuestros hijos, que asientan sus raíces en principios intangibles... Esa casa grande -el cielo en la tierra- tiene un vocación: recibir, aglutinar, anudar. Tranquila, madre...


Imagino el futuro como un paraguas grande y volandero, dispuesto siempre a cobijar... Dios lo quiera y me dé fuerzas.







  

sábado, 14 de abril de 2012

Robert Doisneau. In memoriam.


Tributo al fotógrafo en el 100 aniversario de su nacimiento. Un ojo -¿o una mirada?- que supo captar emociones, ideas intangibles, la alegría de la infancia... y el beso.




Esta es mi selección:
Infancia...


Rienda suelta a la imaginación.
Tiempo sin crono para contemplar.

Avenidas amplias sin obstáculos para correr, reír, soñar...

Arte...

Música, pintura, fotografía, ¿escritura? ... en peligro de extinción. Un paraguas que proteja la inspiración.

Y un beso gratuito:

jueves, 12 de abril de 2012

¿Mentiras "piadosas"?


Entiendo que se traduce como... mentiras para no dañar. Aun así, NO. Una padre/madre con una enfermedad mortal que calla. Un revés económico que se silencia. Me parece imposible vivir, crecer, compartir... si se oculta a los hijos el sufrimiento que conlleva la existencia humana. Cierto que para mí la Cruz siempre está pegada a nuestra familia. Pero la Cruz no repugna; es una muestra clara y evidente de que Cristo no nos deja.... toma la Cruz y sígueme. ¿Entonces? 

En el cajón de los cubiertos hay cucharas de varios tamaños. No todas sirven para todos. Cada uno su dosis. Pero es preciso probar lo que se cuece... y poder hablar de lo que produce gozo o desanima, de lo que hay y de lo que se carece. No me extraña que, con el tiempo, las ramas de algunos árboles se debiliten, se alejen de la sombra que las cobija y luego no encuentren el camino de vuelta. Si no se han quedado marcadas las huellas, no hay señales en el camino.

Hogares... y hogares.


No voy a tomar Actimel; está por las nubes. Si cada uno adopta como suyo un brazo del pulpo, es más que suficiente. 

No hace falta que todo esté a punto de visita. Eso no es un hogar; es un expositor. Un orden en el que se percibe la vida y el trasiego... también el olor a macarrones, verdura, plancha ¡¡¡o pizza casera!!! Súper familia ... dueños/amos de casa. Aunque las camas no estén perfectas y los libros acaben el día abiertos encima de la mesa del comedor. 

De todas formas, un agradecimiento a la publicidad de Actimel que rescata del anonimato a muchas amas de casa, mujeres trabajadoras sin horario fijo; puntales del hogar aunque suene retrógrado. Y un reconocimiento por ese reconocimiento de los hijos. ¿Quién dice que no se enteran?

miércoles, 11 de abril de 2012

Hilos, cuerdas, cadenas.


Poco a poco voy cortando hilos. Los voy dejando sobre la mesa donde ahora escribo. No eran hilos. Eran cuerdas de esparto que han ido arañando las muñecas, los tobillos, la cintura. Tampoco eran tan cortos; solo hebras que lucían como flecos aparentes... cada vez menos consistentes. Yo misma me había robado mi intimidad por la necesidad de contar. Contar descontando tiempo para alimentar la conciencia... incluso el hambre  para poder comer. Un nido de espinos en el nido del hogar. Dios sabe lo que ha supuesto desasirme de muchas ataduras que eran cadenas y me han impedido caminar... sabe que he ido a tientas y bastaba un leve movimiento para desanudar el pañuelo tupido que cubría los ojos. Poder correr y mirar, sin ser perseguido ni observado. 

Quien escribe lo hace siempre para un hipotético lector. Me gusta el adjetivo hipotético. Ahora mismo, en este punto del crono de mi existencia, prefiero no saber si alguien lee lo que vomito. Agradecida por esta ventana que me permite seguir desde un discreto rincón. Hoy, más que nunca, la palabra es agradecida. 

La casa está vacía. Y te espero...


El día después.


Qué manida la frase. No tengo otra que lo clave. Es esta particular resaca que se va presentando a cachos hasta que no queda ni la repapilla. Una hora y media con la doctora... Le pedí que fuera valiente. Habla de una vez ; sácalo todo. Como quien se dirige al matadero. Arrastrando los pies y mirando al suelo. ¡Bravo campeón! Un parto psicológico el tuyo.Yo... la comadrona. Sin un solo informe que avalara esta locura cuerda a pesar de la insistencia de los "enterados", de los que engordan sus dolencias para sacar provecho de las arcas públicas. Los años me han corroborado que la verdad sin trampa ni cartón, sin maquillaje, sin hidratación para disimular las arrugas ... libera. Los profesionales de la salud hilan fino y detectan a miles de quilómetros la diferencia entre el libro abierto con buena letra de los tachones y remiendos.

Dos años más de apoyo por parte de las instituciones para paliar una situación precaria. Cuando soplemos las velas del que hoy cumple 22, pediré un deseo... No tiene gracia si se cuenta en voz alta. Toc... Toc... Y tal vez algún día se abra la puerta de la sanación. Mientras... una piel que detecte la injusticia, la falta de amor, la indiferencia.


martes, 10 de abril de 2012

Negación sorda.



Hoy vamos a la  revisión del porcentaje de minusvalía... Lo acompaño, pero no sé si podré -o me dejará- entrar antes para charlar con la doctora. Es consciente de su enfermedad pero no la acepta. Se apodera de él un miedo atroz que va asociado con  dos ingresos psiquiátricos; no consigue olvidar. Hablar del tema lo sume en una tristeza profunda; el dolor psíquico supera al físico por muy alto que fuera el umbral. A pelo. Así se presentará hoy. Sin informes nuevos porque rechaza la medicina y a los médicos. ¿Tanto daño te hicieron en el psiquiátrico, hijo? Todavía no se ha levantado de la cama. Poner el pie en el suelo es el preludio de una visita que rechaza; es hurgar de nuevo en la herida... otra vez en carne viva.

Hijo mío... Has pagado la inexperiencia de unos padres que no notaron nada anormal... y de unos profesores que, en lugar de echar un cable, te humillaron. No les culpo. A veces es complejo distinguir una patología de un mal comportamiento. 

Reventada de una Semana Santa con la casa hasta la bandera, se me antoja mucho más agotador estar a la hora convenida en la consulta. Como siempre, en Sus manos lo dejo... Yo ya no puedo más.


lunes, 9 de abril de 2012

domingo, 8 de abril de 2012

Domingo de Pascua.



¡Feliz Pascua de Resurrección! 


En pleno fregao, con hijos y sobrinos todavía en pijama, alguno ( y no miro a nadie...) durmiendo... casi se me va el santo al cielo. Las 12, que ya son la 12... Hemos puesto la 2 de TV  para escuchar las palabras del Santo Padre. Tengo que buscarlas para leer; este Papa no da puntada sin hilo. Luego la Bendición. De rodillas frente al televisor.

Hoy ya no me quedaban pilas. Cansancio. Sueño escaso. Y el Papa, recordando tantos puntos del Planeta en los que se sufre, se mata, los hombres mueren porque no hay nada que sacie el hambre de pan y de afecto... me ha empujado a ese venga, dale, un poco más... 

Mañana me gustaría escribir sobre el fondo del mensaje de Benedicto XVI. Ha reiterado la figura de María Magdalena. Seguro que existe una razón de peso que se me escapa, aunque los tiros con este Papa suelen dirigirse a la diana de la verdad, el perdón y el Amor.  Mañana... que ahora se me cruzan las letras del ordenador. 

sábado, 7 de abril de 2012

Piña.


No sé si esto ha sido "meterme" en la Semana Santa... Inviable más recogimiento. Pero creo que Cristo no se encerraría en un habitáculo insonorizado para no poder escuchar  ¡SOS!, échame un cable... ¿Es posible orar cocinando porque la casa está hasta los topes ?  O a la inversa: ¿vale decir  me retiro cuando de tus manos depende que estos días en el hogar se esté a gusto?  Que al abrir la puerta  la casa huela a hogaza, ¡o a humanidad!... depende de la "peña". La cuestión es que cuando toca... es necesario...  que la peña sea una piña apretada es escurrir el bulto no estar donde hay que estar. Dar de comer al hambriento, de beber al sediento... Dar posada al peregrino... 

El punto de locura... dánosle hoy.

jueves, 5 de abril de 2012

Señor mío y Dios mío...

Al acabar el Oficio del jueves santo, uno de mis hijos se ha percatado de que el sacerdote no ha pronunciado la frase : "podéis ir en paz". Más me vale afianzar y nutrir mi fe... no solo por saber amar más a Dios ( o mejor... saber acoger su amor) sino por poder responder a los eternos porqué de esta tropa tan inquieta que habita en nuestro hogar. Hemos charlado. La Santa Misa es como si durara tres días. Hoy, la Institución de la Eucaristía: la Última Cena. Mañana, la Pasión y muerte de nuestro Señor; un Oficio en el que besamos, adoramos, acariciamos la Cruz donde nuestro Jesús lo da todo... todo... hasta que expira. Señor mío y Dios mío. Liturgia de la Palabra. Dolor y silencio. Y el sábado la Vigilia Pascual...¡la Resurrección! ... Tres días para vivir la historia de nuestra salvación. 

Que no me despiste... 


Regresos. Jueves Santo.



Han ido llegando. Falta la niña de la maleta grande, que no regresa hasta el lunes de Pascua... Imagino cómo y dónde asistirá a los Oficios de jueves santo. Yo también estuve en Roma a su edad. No le dará tiempo a contar casi nada porque el martes ya empiezan clases. Y seguirá viviendo como una correcaminos, que tengo exámenes, deprisa-deprisa que llego tarde... "No tengo tiempo mamá...  Ya te explicaré." Con esa sensación de que ella destapa algo con un aroma conocido. Ya... ya sé. Su pituitaria no es la mía. Pero no puedo remediar abrir de cuando en cuando el tarro de esas esencias que a mí me taponaron la nariz... Ahora, gracias a Dios -¡¡¡gracias a Dios!!!- empiezo a oler la fragancia de la lavanda cuando baila al compás de la brisa marina, distingo ese punto de armario cerrado y ropa enmohecida... y el de la tierra recién lavada por la lluvia. 

La peque regresa a menudo; porque siempre se va... Como si llevara escrito en la frente me quedo por poco tiempo... El primogénito, que no tiene un pelo de tonto, ya ha intuido en qué anda ... y por primera vez no ha gritado ni ha puesto a caldo a la retahíla. Buena señal. Empieza a entender lo que significa respeto aunque no se comparta una idea. Supongo que ha calado en todos nuestros hijos a base de vivirlo y repetirlo... 

Muchas ganas de que sean las siete de la tarde y meter el corazón en el oficio de hoy... y después quedarme de rodillas adorando al Santísimo expuesto... preparando mi corazón para seguir de cerca la Pasión.

martes, 3 de abril de 2012

Un día de intimidad



La diáspora familiar ha sido escalonada. El viernes, la pequeña de la maleta grande, siempre a punto...a Roma. El sábado, los dos hijos solidarios ya mayores de edad: él de monitor con chicos de 1º de ESO... ella acompañando a la abuela anciana a ese destino siempre añorado, que no pudo saborear con el abuelo porque ya está en el cielo. Queda siempre el primogénito, el antaño vilipendiado y desahuciado. Todo el amor que tenemos y el que hemos podido acumular lo volcamos en el hogar para arroparle. Atenúa sus "fracasos" y pasea por casa su enfermedad sin sentirse acorralado. "¡Qué bien se está aquí! No me casaré, mamá. Siempre me tendrás a tu lado". A nuestro lado, con su padre y conmigo... ¿Se puede amar a un hijo y desear que, a ratos, desaparezca? 

Mi santo Job y yo no recordamos qué significa la compañía mutua,  la soledad compartida... Hablamos tantas veces de la necesidad de horas juntos sin interrupciones; de tiempos sin reloj, sin teléfonos, sin toc-toc... Ayer el niño grande dormía en casa de un amigo. No es la primera vez, pero sí la vez que solo se oían los pasos sosegados de dos. Recordaba lo que nos dijimos hace casi 25 años: en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza... todos los días de mi vida. Sería absurdo negar que no imaginé entonces que nuestra vida transcurriría como en el curso alto del río. El agua descendiendo con fuerza... sin ir más allá del curso medio que ha ido arrastrando los materiales erosionados. Con 51 años se nota el peso de todo lo que han arrancado los diversos "tsunamis". Cenamos solos ... sin esa sensación que te invade cuando sabes que el momento se termina. Nos miramos. Descansamos el uno en el otro. Tanto tiempo -no recuerdo cuál fue la última vez- sin cogernos la mano con fuerza y sin ser observados. Las lágrimas hacen bien cuando las recoge quien te ama. 

Cierro los ojos y me pido más días de intimidad. Necesaria para seguir con ritmo acompasado... TE QUIERO.